Mientras se apagan poco a poco las cenizas de todo lo acontencido extradeportivamente por Karim Benzema, en el Real Madrid sólo piensan en seguir apoyando al delantero para que supere su último trance fuera de los terrenos de juego. Lo hicieron el jueves, con el apoyo del propio Florentino Pérez, primero, y de Arbeloa, después, como uno de los capitanes y como representación del vestuario blanco.
En Chamartín saben que la mejor manera de cerrar este asunto es con Benzema sobre el terreno de juego. Que juegue, que marque, que deleite y ponga, así, el foco sobre su talento, no sobre sus errores. De ahí que ansíen con verle pronto de corto, a ser posible en el duelo ante el Sevilla de mañana. Duelo clave para los blancos y que será importante para tener dos semanas tranquilas durante el parón de selecciones. Sin olvidar, claro está, que tras los partidos internacionales llega el Clásico y el Barcelona al Bernabéu. Una actuación colosal del 9 sería clave para enterrar esta mala semana.
Un “jugadorazo” para Benítez
Pero hay alguien que desea más que nadie el regreso de Benzema a los terrenos de juego. Es Rafa Benítez, el hombre que conoce a la perfección todo lo que aporta el 9 en el terreno de juego. Hablamos de goles, de los que marca y de los que brinda, pero también de una serie de variantes ofensivas que le hacen ser vital sobre el campo. Su inteligencia táctica y su calidad con el balón y para asociarse le convierten en básico en los esquemas del madrileño. Lo mismo que en su día lo fue, en las últimas temporadas, para Carlo Ancelotti. Aunque, cierto es, en el caso del ex entrenador del Nápoles con más mérito todavía, al querer este mismo verano un delantero de otro perfil, pero acabó por caer rendido al talento ofensivo de Benzema.
Incluso, cuando existieron episodios polémicos por los permanentes cambios del francés, Benítez no dudó en salir a reconocer las virtudes del delantero. Descubrió, además, que le había puesto un reto goleador para este curso: “Es un jugadorazo. Le he puesto el reto de 20 ó 25 goles y estoy encantado con él. Yo también estaría cabreado si me quitara el entrenador. Pero reaccionaría e intentaría marcar dos goles para que no me cambien. No he tenido ningún problema con él”.
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